domingo, 30 de septiembre de 2012

Guía Michelín 2012


Portada de la Guía Michelín 2012


Un acontecimiento siempre esperado por los amantes de la gastronomía es la difusión anual de la Guía Michelin, que asigna de una a tres estrellas a los establecimientos que destacan en la calidad, la creatividad y el esmero de sus platos. Además, asigna de uno a cinco cubiertos en función del confort y el servicio con que se sirve a los clientes. De este modo se destacan los mejores restaurantes de cada país o área geográfica (por ejemplo, España-Portugal), para que quienes lo deseen puedan visitarlos y disfrutar de sus platos.

En esta edición han recibido Estrellas Michelín más de 100 restaurantes españoles siendo Barcelona, Gerona y Madrid las tres provincias con restaurantes premiados.

Los restaurantes que recibieron la máxima calificación; de tres estrellas fueron: El Celler de Can Roca de los hermanos Roca (Girona), el Restaurante Martín Berasategui de Martín Berasategui (San Sebastián), el Restaurante Sant Pau de Carme Ruscalleda (San Pol de Mar), el Restaurante Akelarre de Pedro Subijana (San Sebastián), el Restaurante Arzak de Juan Mari Arzak (San Sebastián).  No solo no se unió ningún nuevo restaurante a este privilegiado grupo, sino que además lo abandonaron dos restaurantes: El Bulli, que ha dejado de ser un restaurante para transformarse en ElBulli Foundation, una fundación de apoyo a la gastronomía, y el Restaurante Can Fabes, tras el fallecimiento de su máximo mandatario: Santi Santamaria. Cabe destacar la primaciía de los restaurantes vascos y catalanes, pues copan esta clasificación de los mejores establecimientos españoles.

Por otro lado, sólo el Restaurante Àbac de Jordi Cruz,  El Club Allard de Diego Guerrero y el Restaurante Diverxo de David Muñoz han logrado obtener dos estrellas. En el lado opuesto El Restaurante La Alquería de Rafa Zafra, que ha perdido sus dos estrellas.

La nota positiva fue para los restaurantes que recibieron su primera Estrella Michelín, entre otros: el Restaurante Rodrigo de la Calle de Rodrigo de la Calle, el Restaurante Solana de Ignacio Solana, el Restaurante Lillas Pastia de Carmelo Bosque o el Restaurante Casa Mar de Quim Casellas. Además, restaurantes como Casa Marcelo, de Marcelo Tejedor, o el Es Fum de Thomas Kahl recuperaron su estrella, perdida en ediciones anteriores.

Sin embargo, también hubo restaurantes que perdieron su única estrella Michelin, como el Restaurante Ramiro’s de Jesús Ramiro, el Restaurante Gadus de Thierry Enderlin, el Restaurante Drolma de Fermí Puig y el Restaurante Café de París de José Carlos García, entre otros.

En definitiva, la Guía Michelín es una cita anual ineludible para quienes deseen conocer restaurantes de referencia no ya solo en España, sino en otros países europeos como Portugal o Francia. De este modo, se puede compaginar el turismo y el descubrimiento de monumentos y edificios en otros países con el conocimiento de otras culturas gastronómicas que podían resultarnos desconocidas.

Bibliografía:
http://www.gastronomiaycia.com/2011/11/24/guia-michelin-2012-de-espana-y-portugal/ 

"Fast food"


           A principio del siglo XX, surgió en N.Y el concepto de "fast food". Esta nueva tendencia se expandió en los países mas desarrollados, en los cuales ya es habitual encontrar establecimientos de comida rápida, como por ejémplo: Mcdonalds(la mayor multinacional de Comida Rápida), KFC etc..
Las características fundamentales de este tipo de comida, es su velocidad de producción, su bajo precio, que no es necesario el uso de instrumentos de cocina tales como el cuchillo o el tenedor y la capacidad de llevarlo fuera del establecimiento. 

       Numerosas noticias, y campañas se han alzado en contra de este tipo de alimentación, alegando los peligros que suponen para nuestra salud. Además, se critica la comida mediocre, la diferencia existente entre el beneficio con los salarios ofrecidos y la falta de respeto por el medio ambiente a través del empleo de envases de plástico desechables

       Sin embargo, este tipo de comida, parece tener un gran auge dentro de la industria de la alimentación, basándonos en datos, se puede observar un crecimiento en los ingresos de las multinacionales dedicadas a la comida rápida. En España el crecimiento es de un 2,6%, este incremento tiene una de sus causas en la crisis económica que padece el pais desde 2007. Sin embargo, hay varias razones que pueden explicar este aumento del consumo de este sector alimenticio, como por ejemplo, el reducido tiempo del que dispone una parte de la población para la comida, ya sea por trabajo o por otras actividades, la población la cual ve en la comida rapida un remedio para reducir el tiempo invertido en dicha acción, evitando el cocinar a un precio razonable. 
           Sean las razones que sean, el concepto de "fast food" es ya de carácter global, y es innegable las repercusiones que estan teniendo sobre la población.


Blibliografía:
http://86400.es/tag/comida-rapida/
http://www.pause.pquebec.com/sujet/fast-food.htm
http://www.intereconomia.com/noticias-negocios/analisis/macro/gasto-comida-rapida-crece-26-espana-debido-crisis-economica

Josemi Bonaut

La "crisis de los pepinos" que enfrentó a España y Alemania

Cuando los españoles oyen la palabra "pepino", muchos no pueden evitar pensar en el polémico enfrentamiento que hubo entre Alemania y España el año pasado a causa de unas declaraciones precipitadas del gobierno germano sobre la calidad de las cosechas de dicho producto en nuestro país.Veamos cómo sucedió toda la historia:

La bacteria contaminante
El 25 de mayo de 2011, la senadora (ministra) de Sanidad de Hamburgo, la socialdemócrata Cornelia Prüfer-Storcks (SPD), explicó que los científicos del Instituo de Higiene de Hamburgo habían encontrado evidencias de contaminación en tres pepinos importados de España (uno de ellos era de los llamados "orgánicos"). Sin embargo, la procedencia de un cuarto ejemplar era todavía desconocida. La cepa peligrosa de Escherichia coli era una de las denominadas Ehec (tóxica para el ser humano) e hizo enfermar en unos 10 días a 600 personas en Alemania, de las cuales alrededor de 140 padecían el peligroso síndrome urémico hemolítico, más conocido por el acrónimo inglés HUS.
Si bien ni la bacteria ni la enfermedad eran  nuevas, la velocidad inusual con la que se extendieron causó una considerable alarma social y, sobre todo, mediática ante las 48 muertes y lo 4000 casos de infección que se fueron registrando sólo en Alemania.

Acusaciones a España
La polémica saltó cuando la ministra de Sanidad alemana declaró que, aunque en un principio se había creído que los pepinos procedían de una cadena de distribución nacional, unos estudios provenientes del Instituto de Higiene de Hamburgo habían demostrado que, en realidad, los alimentos en cuestión habían sido importados de España (en concreto de Málaga y Almería). Sin embargo, aún quedaban muchos detalles por concretar como, por ejemplo, la procedencia desconocida del cuarto pepino contaminado.

Reacción de España
El Ministerio de Sanidad español se apresuró a decir que no había «información concluyente» y que la bacteria podría haber aparecido durante el tratamiento o transporte del producto, por lo que España carecería de culpa.Sin embargo, tampoco se descartó ninguna hipótesis.
El 31 de mayo, la ministra de Salud alemana confirmó que los pepinos españoles estaban fuera de toda sospecha, ya que dos de los tres análisis realizados por el laboratorio habían dado negativo. En uno de ellos sí se había detectado la bacteria pero la variante no coincidía con la encontrada en las heces de los pacientes.

Consecuencias y reivindicaciones
Pero la "crisis del pepino" no acabó con el descubrimiento, finalmente, de que la bacteria procedía de una granja situada en Baja Sajonia (Alemania), sino que prosiguió con las demandas de los países afectados (especialmente España). El sector hortofrutícola de nuestro país perdió
200 millones de euros cada semana por las acusaciones del gobierno alemán hasta que se probó que la bacteria procedía de otro lugar. La gran mayoría de los países europeos impusieron un veto a las hortalizas de nuestro país, por lo que esta crisis acabó afectando también a los tomates, lechugas zanahorias y demás productos. Finalmente y después de que el gobierno español exigiera indemnizaciones para todos los agricultores almerienses y malagueños, la UE aceptó las solicitudes y abonó 71 millones de euros como compensación a todos los problemas derivados de las precipitadas declaraciones y de las medidas tomadas, ya que éstas influyeron de manera muy negativa en las exportaciones alimentarias españolas.


Imagen de una de las muestras infectadas que se analizaron el Instituto de Higiene de Hamburgo.




BIBLIOGRAFÍA